A un gato lo acaricias y ronronea pero llega un punto en el que el gato ya tiene suficiente, y te deja ahi pues se marcha a hacer otra cosa.

Si lo vuelves a coger otra vez para seguir acariciandolo, lo más probable es que se incomode, te arañe, y se resista. Porque lo estás forzando, ya que ha dejado de estar receptivo por ahora.

Con las mujeres pasa lo mismo, cuando ella se aleja emocionalmente y tú insistes en darle más atención, enviar más mensajes, más demostraciones de que te importa, no estás conectando con ella, estás ignorando su estado.

No la estás sintiendo, estás tratando de forzar una respuesta emocional que ya no está ahí. Y eso, en lugar de atraerla, la cansa.

El gato vuelve cuando quiere. Y cuando vuelve, se deja querer. Pero solo si tú no lo estás persiguiendo, solo si no lo conviertes en una obligación emocional.

Asi que hay que aceptar que ellas van a tener momentos donde se alejan sin explicación y en lugar de asumir que pasa algo malo, mejor celebra que por fin tienes tiempo para ti mismo para reconectar contigo, enfocarte en lo tuyo y hacer tus cosas de manera independiente.

Como hombre tienes que estar ok con lo que es la relación en el presente, y no por lo que quieres qué sea. No centrarse en si la relación dura o se acaba, o si se dirige a algún sitio o no.
Cuando estás preocupado por saber si va en serio o no la cosa, estás sustituyendo la búsqueda de conexión por búsqueda de seguridad emocional disfrazada de amor.

Quieres etiquetas, planes y garantías porque te aterra la incertidumbre. No soportas no saber “qué sois”, “a dónde va esto” o “que significáis el uno para el otro”.

Crees que si etiquetas lo que hay, lo controlas. Y si lo controlas, no te pueden abandonar, decepcionar o herir.

Pero preocuparse por “a dónde va la relación” es una ilusión de control para calmar el miedo a perder.

Ella: Pero esto va en serio o solo estamos perdiendo el tiempo?

Tú: Yo no pierdo el tiempo… si estoy aquí, es porque algo en ti me gusta más de lo que me gustaría admitir. Pero si te hace falta una etiqueta para sentirte segura, quizá no estás sintiendo lo que yo siento cuando estamos juntos.

Ella: Y qué es lo que tú sientes?

Tú: Que esto no se explica, se vive. Y si tú también lo sientes… entonces deja de pensar tanto y ven acá.